domingo, 24 de octubre de 2010

PLAYA LÍQUIDA



Ayer salí a caminar por la playa. Hacía tiempo que no lo hacía, que no me tomaba la tarde para mi, para descansar. La intención era respirar, centrarme en el proceso de andar, aislado de pensamientos. Quería disfrutar de un paseo, despojado de mis cosas. Ningún deseo vale tanto asedio, pero ¿quien se lo explica a la razón?

Poco a poco fui pensando, añadiendo ideas a mis pasos:
  • Uno nunca está dentro de sí, y jamas encerrado en ningún lugar. Situados en una red de llamadas, mensajes y conexiones, nos hacemos invulnerables.
  • los que nos rodean no pueden boicotearnos, y si lo intentan, nada de lo que es realmente importante cambiará.
Caminaba y me cruzaba con algunas personas que iban y venían. Algunos niños se daban el último chapuzón, antes de que llegue el mal tiempo. Observaba, escuchaba y sentía como único cada momento, como irrepetible. El lugar donde uno esté, lo que esté haciendo y la gente que lo rodee es irrelevante. la diferencia entre un grupo de personas y otras, entre un lugar y otro ha sido cancelada por esta cualidad. Y es que, nosotros mismos somos el único punto estable en un universo de objetos móviles. Mis conexiones con aquellos a los que quiero permanecían ilesas, a pesar del movimiento.



3 comentarios:

Wonder dijo...

Optaré per platja després de dinar, segur que m'ajuda a veure l'horitzó cap al que he d'avançar, he d'aprendre, encara no m'acostum a estar sola

Lacuerda dijo...

Peoncita, no podemos huir de nosotros mismos. Tu capacidad de ver las cosas está por encima de muchos de nosotros, por eso nos emocionas con tus palabras. Pero no te encierres en esas palabras. Me alegra que salgas a pasear. Avísame para la próxima y vamos juntos. Un besito.
te quiero

Dorothy dijo...

És fantàstic passejar per la platja. Sobretot a l'hivern. Jo hi visc i no perdono almenys un passeig diari per la platja amb en Nixon. Et dóna vida!