sábado, 24 de septiembre de 2011

UN DON GIOVANNI DE PENA


Ayer asistimos al fraude artístico más grande que hemos podido ver en Ibiza en los últimos tiempos. Me refiero al montaje Don Giovanni. Normalmente no acostumbro a hacer críticas destructivas de lo que veo, simplemente no digo nada o no lo recomiendo, pero después de las palabras iniciales de su director, mi rabia fue mayúscula. Su director se ponía una medalla al mérito por llevar la ópera al pueblo de Ibiza, un pueblo “inculto” y “bárbaro” en este arte. Ignora que entre el público había “eivissencs” con un sentido crítico y que conocen muy bien lo que es la ópera y lo que es el trabajo de dirección. Eso es lo que me mueve a desenmascarar lo que creo que es un timo, una estafa.

Por lo general, el público no tiene dificultad en aceptar incongruencias de inflexión o de vestimenta, o en precipitarse del mimo al diálogo, del realismo a la sugestión. Sigue el hilo de la historia, sin saber que se han infringido una serie de normas, aunque el montaje se caracterice por una cierta uniforme esterilidad. El espectáculo al que asistimos ayer se nutre de unas horrendas máscaras, la de lo sucio y lo vulgar, dando lugar a la rudeza. Este es el teatro del ruido, y el teatro del ruido es el teatro del aplauso, y por lo visto lo sabe muy bien su director.

No criticaré el trabajo de los músicos o de los intérpretes. Ellos lo hicieron fabulosamente, destacando algunas voces por encima de otras, pero el “trabajo” de dirección me pareció una falta de respeto al público, y mucho más acentuada a los que sabemos de qué va la cosa. Truculentas escenas, adulteradas en su trama y capadas para que encajen en una línea marcada desde dirección, que se nutre elementos desagradables, discordantes y destructivos, actores y actrices que no saben moverse por el escenario, que no justifican sus movimientos ni sus acciones, mucho menos sus sentimientos; bailarinas que aparecen en escena sin una excusa... La construcción de los personajes es pueril y de mal gusto, aparte de no tener nada que ver con los originales. No quisiera que se me tildase de conservador. Soy el primero en aceptar que una obra se adapte a un contexto histórico diferente. Pero lo que no tolero es lo que vi ayer. Y sólo vimos el primer acto, porque en el descanso, hastiado de semejante desfachatez abandonamos el Palacio de Congresos.

No se pueden cambiar elementos del argumento sin una justificación. Por ejemplo, y creo que con uno habrá suficiente, durante el aria de de Anna: "Or sai chi l'onore – Él és quien intentó robarme mi honor", no se nos muestra una mujer que ha sufrido un intento de violación y que ha asistido al asesinato de su padre (que por cierto el director mata en la primera escena de un ataque al corazón). Nos presenta una mujer despechada y llena de ira, algo incongruente con la trama y los sentimientos que pone Ottavio en el aria "Dalla sua pace – De su paz, mi paz depende". Y como son incongruentes, el director decide eliminar dicha aria (para mi gusto una de las más bellas de la ópera).

Podría dar muchos más ejemplos de la desfachatez de lo visto: un equipo del C.S.I. renacentista que levanta el cadáver del Comendador, un Leporello que saca de su bolsillo una ristra de bragas para mostrárselas a doña Elvira, una felación de  Zerlina, una Zerlina prostituida, elementos que distraen de la escena injustificados y de mal gusto… Si me decido a hablar así es por la provocación de este señor sobre un público inteligente. Ante semejante fanfarronería artística nos planteamos ¿Cuánto dinero ha conseguido este señor de las instituciones públicas para hacer su Don Giovanni? Porque actuar en el Palacio no es barato… Estamos en una época de recortes sociales, y tenemos que asistir atónitos a un espectáculo que pretende ser arte y se queda en el camino. Sólo siento los 100euros que nos costaron nuestras entradas.

Este señor no se vuelve a reír de mí. Si quiero ver ópera seguiré cómo hacía hasta ahora. No necesito de “salvadores culturales” ni de pseudointelectuales que juegan con un público inexperto y se burlan de un público entendido que no le perdona su nueva producción.

jueves, 22 de septiembre de 2011

TINC UN VERS


Aquest vers que em creix cap a dins, com arrel d’arbre sedegós. Un vers que és esclova d’un poema que obre i tanca la porta. Un vers que es menja els meus delers i s’ensenyoreix de la meva voluntat. Tinc un vers que separa paraula i petons, amb un petit tic a l’ull. Tinc un vers que ensopega amb els dits, projectant-se contra la paret de l’habitació, durant les teves absències. I el vers creix, creix, molt més ràpid amb els ulls tancats. És llavors que obro la finestra i puja des del fons per mostrar-se i deixar pau.

domingo, 18 de septiembre de 2011

OPERETTA de COR DE TEATRE

Aquest cap de setmana hem estat a Barcelona per anar a veure "Operetta" el darrer muntatge de Cor de teatre. Hem quedat fascinats per la seva presentació, el rigor amb que ho fan, una música exquisita, veus excel·lents i històries plenes de situacions còmiques. 

Aquest cor aconsegueix apropar l'espectador a l'òpera mitjançant la imaginació i el riure. Això és el que es proposen Jordi Purtí i la companyia Cor de Teatre. Amb música a cappella i molt sentit de l'humor, Operetta troba la manera de submergir-nos en el gènere operístic a través de la realitat més quotidiana. Una experiència única, híbrida, fruit de l'encreuament impossible del ritme i l'expressivitat del teatre gestual amb la delicadesa de l'òpera.

Són 26 veus que caminen per l'escenari amb molta delicadesa, on no hi ha res fora de lloc. Tot comença en silenci. Un escenari desolat, presidit únicament per un piano que amaga, no obstant això, un secret; de l'instrument comencen a sortir personatges vinculats amb el món del teatre: tramoistes, il·luminadors, sastres, directors, actrius, actors … tots ells estan aquí per desenvolupar un espectacle amb la complicitat de les obertures, àries i cors més coneguts del gènere del bel cant.

No només hem gaudit de les seves veus, també de la seva posada en escena: neta, fantàstica, perfecta. Sense dubte un espectacle que ens ha atrapat. Recomanable tant als amants de la lírica com als que desconeixen el món de l'òpera. Una invitació a deixar-se seduir per 29 cantants-actors que interpreten nous arranjaments d'un repertori operístic imprescindible, interpretat per a l'ocasió només amb la veu.