miércoles, 10 de marzo de 2010

AUTOESTIMA

¿Qué es lo que hace que, siendo uno siempre el mismo ser, hay veces que te miras al espejo y te ves ideal de la muerte súbita y otras como un truño caducado? Es lo que se llama estar con el feo subido o con el guapo subido. Sí, existe. Y nadie se lo ve mejor a uno mismo, que uno mismo. Te levantas, te miras al espejo y ya sabes si estás guapo, feo o mediopensionista. La lástima es que cuando estás con el guapo subido tampoco es que el espejo te devuelva la imagen de George Clooney. Pero cuando estás con el feo subido… entonces sí. Sí. Sí. Sí. Sí. El reflejo que ves es el de Benny Hill, el del Calatrava, o el de una de las hijas de Zapatero, o el del mismo zapatero. Y no sabes si llamar al trabajo y decir que no vas porque estás enfermo (porque si vas a trabajar con el careto que llevas lo más normal es que lo piensen).

El día depende mucho de si estás con el guapo o con el feo subido. Con el guapo subido encaras el día con la cabeza bien alta, la sonrisa puesta, el paso firme (como esa canción de Seguridad Social). Parece hasta que las cosas salen bien. Sin necesidad de tomar donuts ni nada por el estilo. Todo por la gracia del cuerpo. Con el feo subido, te maqueas el careto de mil formas imaginables: crema hidratante, peinas hacia un lado y a otro, te afeitas… y siempre acabas pareciéndote a uno de los personajes de Rubbens. Te pruebas todo el armario y acabas con un chándal. Y tienes ideas suicidas. No por el chándal, sino por el mismo hecho de tener el feo subido.

Es cierto que los que te rodean no son conscientes de tu percepción de la propia belleza. Por muy picassiano que te sientas, ellos no lo ven. No ven que estés más guapo o más feo de lo normal. De hecho, cuando dices eso de “joder, hoy estoy con el feo subido” siempre hay quien te dice eso de “¡anda ya!”. Claro que, en mi caso, cuando estoy con el guapo subido tampoco lo comento, y no para que no me llamen engreído, presumido o creído y carente de modestia. No. No lo comento para que no me digan eso de “¡Anda ya!”.

6 comentarios:

Cenicienta dijo...

les pujades i baixades influeixen molt en aquest punt de vista que tenim sobre naltros mateixos, o és a la inversa? necessitam tenir el lleig pujat per després gaudir del dia de guapo pujat, a més a més la nostra actitut davant aquests sentiments fa que la cosa vagi a més
però, jo pensava que als homes això no us passava...
mil abraçades, tenguis com tenguis el guapo
GUAPO!!!!

Dorothy dijo...

I si és el mirall el que et mira amb més o menys mala llet?

Lacuerda dijo...

Buenos días guapo. Yo también tengo días que me miro al espejo y no me gusto. Pero no depende del físico, sino del estado con que te miras. un abrazo.

Juli. dijo...

jajajajajaja, me parto contigo. Hoy tienes el humor subido jejejejejeje.Animo que tu siempre tienes el guapo subido.Besos.

oscar dijo...

Cuando tengo el feo subido me veo como Rosy de Palma.

Alma en el verso dijo...

Muy bueno, estando sola he reído casi a carcajadas, además tengo que enseñarlo a alguien que estoy segura le va a interesar mucho: mi hijo.
Gracias por ese gran sentido del humor.