sábado, 6 de marzo de 2010

De por qué no me comprometí aún

Hay días en los que me culpabilizo por todo, pero más concretamente por mis emociones y elecciones. Cuando escucho el discurso social de la necesidad de vivir en pareja y la desafortunada soledad, me siento incorrecto; cuando me dicen que a estas alturas de la vida debería de haber sido capaz de comprometerme con una mujer de por vida, cuando me acusan de estar perdiendo el tiempo con mi propio camino, están poniendo piedras en mi mochila, en una mochila que a veces ni llevaba puesta. Normalmente, mi primera reacción es culpar al azar. Sí, es cierto que no creo en el azar, pero en estos momentos mi tendencia es preguntarme ¿Qué culpa tengo de que las mujeres que más me han atraído hayan escogido siempre opciones más… simples? Después de esta pregunta, caigo en la cuenta de que me sobrarían los dedos de una mano para contar las mujeres que me han interesado más allá del erotismo. Siendo así la cosa, que se produzca una serie de oportunidades es arduo y tiene algo de inexacto.

Pero no dejaré que caiga toda la culpa sobre el azar, porque estaría ignorando la voluntad, mi voluntad. Y cada uno de nosotros construye su propia vida. Y reducida la existencia a aquellas situaciones que somos capaces de citar, a una metáfora contradictoria de dolor y vida, definiendo las fronteras del hacer y del azar, lamento haber negado tantas evidencias. Yo navego rasgando el pétalo carnal del tiempo y de las rosas (el carpe diem de los antiguos) y me siento bien.

Me toca los huevos, y perdón por la expresión, que se juzgue mi decisión y no se entre a valorar toda esa retórica de chantajes emocionales que suele generar la convivencia en pareja (por poner un ejemplo). No entraré a valorar la vocación de esclavitud que he visto en otras personas: espíritus débiles y oscuros capaces de soportarlo todo por estar con alguien, para poder culpar a alguien de sus errores. Yo prefiero mi libertad, la que me deja solo ante los fracasos.


No me entendáis como un apologista del amor, ni mucho menos, sino de las prioridades sociales sobre las relaciones humanas. Si no me he comprometido con nadie, es porque vi que ese amor no me curaría, no me haría crecer. Creo más importante el hecho mismo de querer que no la apariencia social de este amor, con esa supuesta estabilidad que otorga a la vista de todos. Tal vez sea un poco barroco y neurasténico con tanta paja mental. Pero de momento, prefiero la condena de mi libertad a las carceleras que quisieron habitar mi celda.

De momento, mi idea del paraíso existe como una habitación en la que alguien ha puesto unas flores, a las que a unos atrae por su olor y a otros nos hace pensar en la fragilidad del tiempo.

11 comentarios:

Dorothy dijo...

"¿Cómo es que no tienes novio? Porque no tienes novio, ¿no? Si te gustan las mujeres lo puedes decir, que no pasa nada. Emparéjate, que ya no eres una mocita...". Tengo que aguantar al menos un par de veces por semana este discurso. Hay veces que me dan ganas de contestar como Bridget Jones en la cena de petulantes casados: "Es que debajo de la ropa tenemos escamas". Después de etapas de enamoramiento, pasiones entrelazadas, decepciones y amores platónicos he llegado a la conclusión de que no me compensa abrir la puerta si no es algo extraordinario de verdad. ¡Qué cruz aguantamos los solteros pasados los 30!

oscar dijo...

Ya no somos unos adolescentes mocosos, chuscartes. No me siento presionado por mi novia, pero mi madre me pregunta eso de "¿Cuándo os casáis? Ya van para cuatro años de realción" No pienses que es una cruz solo de los solteros sin pareja. Lo peor es cuando te dicen "lo que tu quieras está bien", haciéndite sentir mal por estar como estás.

No creo que se te esté pasando ningún tren. Simplemente, como dice Dorothy, buscas lo extraordinario. Y aún no te ha llegado.

chuscartes dijo...

Tal vez sea el precio que pagamos por no aceptar la primera "oportunidad" o "rebaja" que pasa ante nuestra vida. Pero me molesta tener que justificar mi vida cada dos por tres. ¡Qué no somos unos personajes Disney!

Óscar, seguro que no te preguntan tanto como a nosotros, ni tienes que justificar tu "felicidad".

Wonder dijo...

Jo crec que ets la única persona enamoralment valent que conec, si em permeteu inventar-me la paraula, jo en conec una que és covard, que valora el mateix que tú en una compañia eterna i no s'ateveix a pair-ho.
Al final et compensarà, t'ho promet, t'ho mereixes

chuscartes dijo...

Gràcies, Wonder, però no crec que sigui tan valent com sembla. Simplement tinc molt clar allò que no vull, igual que na Cristina d'en Woody Allen.

Lacuerda dijo...

Todos nos morimos porque alguien nos diga que somos los más guapos del reino, como el espejito de Blancanieves. Busca en la belleza interior de las personas. Yo conozco a una que se declaró y con muy buenas palabras dijiste que mejor no. Si es tu voluntad no tenemos derecho a reprocharte. Besos.

chuscartes dijo...

Lacuerda,no me refería a bellezas en este post. No creo en la belleza interior. Eso sólo sirve para las pelis de Disney. Bueno, y ni en las pelis Disney. No sé si te diste cuenta de que la bestia, deja atrás el momento monstruo para convertirse en un joven y hermoso efebo. Dejan la belleza interior a un segundo plano.

Me refería más a un principio que a un aspecto.

Anónimo dijo...

Ep! Què passa? Què ara tots els que tenim parella som uns desgraciats que ens hem aparellat per por de quedar-mos sols? Les coses venen com venen, si no trobes la persona bé, i si la trobes, millor. Jo vaig enamorar-ne fa uns quinze anys, i em reenamoro de la mateixa persona cada tres o quatre, just el temps que diuen que dura això de l'enamorament! Em sembla bé que els solters reinvidiqueu el vostre dret a estar-ho, però no podeu pretendre que tots els no-solters som uns infeliços covards i fracasats que només cercam allunyar la soletat.
Penelope C.

Wonder dijo...

ui, "Penélope", crec que ningú s'ha ficat amb els no solters ni els que han trobat l'amor i la felicitat junt a una altra persona, l'enhorabona si ho has trobat així! quan parlam de covards i fracasats ens referim a les persones que sí estan amb una altra per no estar sols, que realment no estan enamorats, que no s'atreveixen a afrontar-ho

chuscartes dijo...

Estimada Penélope, la meva intenció mai ha estat criticar les persones que estan emparellades. De fet, jo també crec en l'amor. Com diu na Wonder, només estic dient que jo encara no he trobat aquest sentiment a la meva vida. I estic una mica cansat de què m'enpentin cap a l'emparellament.

Disculpa si t'he ofés. Una abraçada.

Anónimo dijo...

No, no m'has ofès; pitjor va ser que no em donéssin el meu segon òscar consecutiu, no et sembla que la meua actuació a nine és la més espectacular de la història i que canto com els àngels? Saps que els passa a aquests de l'acadèmia? Què són uns cagats i que en comptes d'atrevir-se a fer història donant el segon òscar consecutiu a una actriu espanyola per una sensual i explosiva actuació han estat previsibles i li han donat a Mo'nique, una senyora amb gardència blanca.