El post de hoy es una reflexión que parte de la pregunta de un niño de cuatro años. En parte se aleja un poco, pero sigue fiel a lo que plantea el niño: ¿De qué país era el primer hombre que apareció? Tal vez, os habréis hecho esta pregunta en algún momento de vuestra vida. Podemos encontrar una respuesta geográfica sobre dónde aparecieron los primeros asentamientos (los documentados o investigados). Ahora, si lo que queremos es dar un nombre a esa zona, veo la pregunta algo anacrónica, pues la aparición de las naciones fue mucho posterior a la aparición de la vida sobre la tierra. Y es desde este punto que empecé a plantearme los nacionalismos.
De entrada, dejo claro que me considero un híbrido, y lo que concierne a la identidad en una comunidad de sangre, etnia, tradición, lenguaje o linaje, pues me descompone poco. En parte porque me considero un cosmopolita desarraigado. Y lo que me preocupa es cómo y por dónde arraigarme (la adaptación y convivencia, vaya). No veo la nación (natio, deidad del nacimiento) como una entidad natural. La veo más como un invento del romanticismo, una abstracción, una hipótesis, un ego colectivo muy cercano al religioso, es decir, una idea solemne y confusa con sus creyentes y sus agnósticos. ¿No os resultan absurdas/ególatras las guerras de nacionalismos?
Con esta pregunta (infantil) quiero ir más allá del fetiche (nación) y buscar esa raíz que nos emparienta. Propongo quitarnos las etiquetas, los disfraces sociales y colectivos, los códigos adoptados, y buscar lo real. Lo difícil de encontrar lo real, es que para rastrearlo, cada cual lo ha de hacer por su propia cuenta y riesgo, sin necesidad de identificarse con abstracciones. Si tenemos el mismo ADN, ¿por qué una limitación abstracta, como una frontera, me convierte en un ser diferente? ¿Tan potente es la pertenencia a un pueblo (Físico) como Jesús o Sant Jordi, frente a otros? Meditadlo y recordad la pregunta inicial ¿ De qué país era el primer hombre que apareció?
5 comentarios:
Hola! La verdad es que estoy de acuerdo contigo en el sentido de que la "nacionalidad" que tenemos es una invención. Yo también me siento simplemente un ser humano que nació en el mundo, en un punto geográfico concreto, está claro, pero no me considero diferente al resto de humanos por haber nacido donde nací. Creo que la invención de las naciones no ha servido más que para crear guerras y conflictos en diferentes zonas del mundo. No hace falta remontarse a la época colonial, hoy día tenemos "conflictos" políticos de regiones que quieren la independencia, por ejemplo en España tenemos el País Vasco y Cataluña, cuyos habitantes no quieren ser llamados españoles reclamando así su independencia. Pero, si lo pensamos bien, ¿qué más da que te llamen español, alemán, inglés? La nacionalidad no es más que un interés político. Somo personas igualmente ¿no? Creo que la pregunta de tu niño de 4 años refleja siglos de dominación del mundo por parte de los países "fuertes", la creación de paises y la apropiación de las tierras; y con ello los estereotipos de las personas según el lugar de nacimiento. Quizás me estoy desviando del tema... Lo que quiero decir es que la nacionalidad es una identidad construida que, por lo tanto, puede ser deconstruida, ¿verdad? Deberías ser capaces de despojarnos, como tú bien dices, de esas etiquetas sociales que no encajan en una sociedad concreta, y ser capaces de ver un mundo homogéneo. Pero claro... ya lo dijo John Lennon "Imagine all the people, living life in peace", imagínalo, porque tristemente no creo que nunca lo veamos.
Por cierto, ¿le preguntaste a tu alumnito de dónde creía él que provenía el primer hombre en la tierra? Quizás me equivoque, pero supongo que si le haces esta pregunta a niños de diferentes lugares del mundo te dirían que el primer hombre nació en el lugar donde se encuentran ellos ahora mismo, ya que tendemos a pensar que el lugar donde nacimos es el mejor del mundo por el simple hecho de que tú naciste allí. Somos así los humanos... qué le vamos a hacer...
Yo no me lo había planteado nunca, pero tiene su lógica, o sentido común. Ser de un lugar u otro sólo es una etiqueta. Yo soy de las que pensaba que el primer hombre fue de donde había nacido ;-b Cosas del egocentrismo. je je. Patri
Desde mi punto de vista la nacionalidad en sí no es una preocupación de las personas.La gente, aunque confunda los términos, no defiende una nacionalidad, sino una cultura.
La cultura entendida como las raices y las creencias es algo indispensable para el ser humano porque basa en ellas su existencia.
La cultura marca lo que está bien, lo que está mal, lo que debe hacerse y lo que no...Sin esas normas básicas las personas están perdidas.
Las guerras no son enfrentamientos entre países (las naciones son una invención) sino entre culturas.Por eso existen los "nacionalismos"
Seguramente no os sentireis identificados con una nacionalidad, pero sí con una cultura y en ese sentido defenderíais vuestras ideas frente a las de otras culturas como la musulmana o la india o la de los mallorquines que también es diferente...
Todo el mundo necesita creer que su forma de hacer las cosas es la correcta...
Un besote.
María Parra
Pd. Por cierto guapo a ver si visitas mi blog. No tiene nada que ver con este y te servirá para relajar la mente.
Lasrazonesdemaria.blogspot.com
Mira,mira cada uno es de donde nace,mi madre me pario en CiudadReal y yo por lo tanto soy de alli.Besos. una manchega que te quiere.prado. d
Los Gallegos dicen que la vaca no es de donde nace sino de donde pace y tienen razon porque hoy estas aqui y mañana alli y al final todos nos encontraremos en el mismo sitio por lo tanto vamos adisfrutar de la vida estemos donde estemos y seamos de donde seamos para podernos contar muchas y bonitas historias cuando nos encontremos.@IRE
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