Se ha abierto la temporada “boletaire”. Este domingo estuvimos paseando desde San Joan hasta Santa Eulalia, haciendo un pequeño desvío hacia sa Cala. Durante el recorrido pudimos ver diferentes especimenes de hongos, y a sus buscadores, encaramados entre las rocas. Uno de ellos era Alfredo, un conocido cantante. Algún que otro podenco se cruzó en nuestro camino. Vimos un circo, una furgoneta sin aceite y una pareja extrañamente tensa. Entre flechas de color verde, azul y rojas, acabamos algo “desorientados”, pero, por suerte, teníamos “ruteñitos” para hacernos el camino más fácil. ¡Qué emoción, polvorones en Morna! A la llegada a Santa Eulalia, comimos en Can Miquel, un lugar de renombre y fama.
Quedó demostrado que todos los caminos llevan a Santa Eulalia.
3 comentarios:
Deu n'hi do! Quins bolets!! jajajajaja que envidia! en manga corta! :P Ya me enseñareis las nuevas rutas de los caminantes jejeje Debajo de esas setas gigantes no había gnomos? :P
Besotes!!!
Las setas quizas sean venenosas,pero los seteros ¡como estan los seteros! si en un recodo del camino yo me encontrara con ellos y en plena naturaleza disfrutar de su veneno.@IRE.
einsss!!!! yo quiero boletus jejejeje y también ir de caminata, me apunto cuando es la proxima?
y ahora lo mas divertido, quien soy???
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