jueves, 15 de octubre de 2009

ES QUE NO PUEDO...

La entrada de hoy está movida por un instinto. Es visceral. Tengo el estómago sufriendo convulsiones por culpa del panorama social que veo venir. La razón base, aquella que me tiene minado, es la estupidez. Lo diré con mayúsculas: ESTUPIDEZ. Sólo de pensar en la inmensa mayoría de idiotas e incompetentes que nos rodean, en esta especie de rebelión del idiota social, siento ganas de desaparecer de este mundo. Hoy vi un documental sobre el desarrollo de la educación en España. Desalentador. (Me vuelven los espastos de rabia). Escuchaba atónito los comentarios de los "adolescentes problemáticos" y me poseía el deseo imponer disciplina al más puro estilo de la ley Moyano. Pero lo peor era ver las opiniones de los padres "Es que no puedo".

Disciplina! Señores, disciplina y sentido común! (Nunca pensé que diría una cosa así). En el reportaje salían alumnos problemáticos y buenos. Desde una visión clara, se ve que los buenos alumnos tienen unos hogares ordenados, de padres con unos objetivos e ideas claras, de famílias con un nivel educativo. Prefiero no decir lo que yo ví en las familias de los problemáticos. (Siempre digo que para ser padres no hay que pasar una prueba y los puede tener cualquiera. Creo que eso responde un poco).

Un ejemplo que vi en el video. En semptiembre pudimos leer una noticia como esta:
La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a unos padres de Paterna (Valencia) como autores de un delito de abandono de familia por permitir el absentismo escolar de tres de sus hijos, pese a los requerimientos de los servicios sociales municipales y de los equipos directivos de los centros. La sentencia contra el recurso interpuesto por los padres ratifica la primera condena y les impone seis meses de multa de 1.080 euros (a razón de seis euros diarios).

Vi a esta mujer, haciendo una demagogia ridícula. Culpa al gobierno de que su hijo mayor no quiera estudiar. Y siente que el Estado le está robando al ponerle la multa. Dios mío! Estoy por pedir que se haga legal la lobotomía, al menos en el área del lenguaje. Al menos así no escucharemos tantas idioteces. Decía que como su hijo no quería ir al cole, pues no lo obligaba. "Es que no le gusta". (Jesús, muérdete la lengua. No puedo.). Seguranmente al Estado estos chavales absentistas crónicos, nos salgan mucho más caros que aquellos que son buenos estudiantes. Como ejemplo los hijos de puta que mataron a Marta del Castillo.

Hace unas días, gracias al blog mundo frito, leí un artículo de Elvira Lindo donde decía cosas como: si ha tenido hijos, sea padre, sea madre. ¡Ejerza! La mejor herencia que podemos dejar en este mundo grosero es la buena educación. LO encontraréis aquí. Sentido común aniquilada por la pereza.
Al final, viendo el reportaje sentí como si lo hubiese visto hace mucho tiempo, y entonces me acordé. Fue en una película. La naranja mecánica. es una novela de Anthony Burgess, publicada en 1962 y adaptada por Stanley Kubrick en 1971. La historia de Alex DeLarge, un chico obsesionado con la ultraviolencia y la obra del viejo Ludwig van; reflejo y producto de una sociedad distopica y retorcida que no puede ni quiere hacerse cargo de sus miserias, que probará en él un método para quitarse problemas de encima, y terminará derritiendo su entrepierna. Una cultura-sociedad que fácilmente podría ser la nuestra y un personaje que no resulta muy ficticio.


Viendo el repotaje me quedó claro que Kubrick y Burguess fueron unos profetas de lo que puede llegar a ser nuestra sociedad, si dejamos que la estupidez reine.

3 comentarios:

Wonder dijo...

just avui he tengut una conversa pareguda, hem arribat a la conclusió que existeixen dos grups principals, els que tenen sentit comú i valors (potser em puc incloure en ell) i un altre que no té cap valor, que només riu les gràcies als seus fills i estan ben orgullosos d'ells facin el que facin, porque a mi hijo no le tose nadie, y si le tose alguien ya voy yo y le doy dos hostias, y además le he comprado una wii a ver si se porta mejor. Y el maestro ese le tiene manía y normal que no apruebe, si se lo dan todo en catalán, hasta las mates...

bé no em lio més que em disparo...no sé a on anirem a parar, jo tenc clar que al menys intent posar sentit comú al que faig amb el meu fill, llàstima que som una minoria

Anónimo dijo...

Realment es problema és molt més greu del què ens pensem,perquè en primer lloc hi ha una pèrdua de valors total i absoluta a la nostra societat, la disciplina que reclames s'ha perdut per complert en un absurd exercici de relaxació i alliberament de costums (vull dir que hem passat d'un extrem a l'altre), es confón tolerància amb llibertinatge a tots els nivells, i això és el que ensenyem als nens; d'altra banda els referents socials són són terribles, la cultura del sacrifici està pràcticament extingida, si preguntes als nens d'ara que volen ser ja no diuen astronautes o bombers, diuen famosos! i això ho hem d'agrair als grans hermanos, salsas rosas, ots i no sé quantes tonteries més...perquè estudiar o treballar?; finalment l'exemple que cites de Marta del Castillo és especialment dramàtic, però que poden tenir dins del cap aquesta col·lecció? quina educació han rebut? quins valors els han transmès? Sembla que ni tan sols ara siguin conscients del què han fet, no entenen la mort en la seua dimensió autèntica, però no només ells, sinó molts adolescents perquè per una part hem retirat la mort de la nostra societat convertint-la en un tabú però de l'altra com a "imatge aliena" forma part de l'esdevenir diari, la notícia de la mort deshumanitzada a les notícies, la mort parodiada i caricaturitzada a pel·lícules i videojocs basats en la sobredosis de violència gratuïta. Comportament social que transmet un missatge clar als nens, que morir i matar no té cap importància.
Vaja perdonau l'extensió, aquest tema m'apassiona.

ATAR dijo...

je je je je je