jueves, 17 de junio de 2010

LA DUREZA DEL ASFALTO

Hay días especialmente duros. Días que se incrustan en la memoria, que se pegan en los dedos como un chicle fundido al sol. Están hechos de pequeños momentos difíciles de explicar y asimilar. Son segundos eternos, donde te sientes como parásito ridículo y de una dramática inocencia, por no saber qué haces en el mundo. Instantes donde estás narcotizado y vagas entre los minutos con la sombra helada. En ese trance te sientes como leyendo con retraso la noticia, deseando ordenar cada uno de los cuadros que te han llevado a la situación, como si fuese un burócrata embrujado que con seriedad coloca su colección de mariposas.

Hoy volvíamos de comer, cuando un coche nos embistió. Por suerte ninguno de nosotros sufrió ningún daño, pero nos quedamos con la boca vacía y los ojos diluidos. Estábamos llegando al cole. Lo teníamos delante. Sólo faltaba una calle. En ese instante sonó la explosión y del latir salió un silencio insomne. El coche de P quedó cruzado. El otro coche siguió su trayectoria unos metros. No había circulado respetando la velocidad marcada y del golpe nos lanzó. Dentro del Peugot la escena era silenciosa. Nos invadía el abismo. Yo empecé a odiar las imágenes. Mi mente vivía la inquietud. Necesitaba saber que todos estábamos bien. Y respiré tranquilo cuando vi que era así.

Estos días estoy especialmente estresado y voy corriendo todo el día, hasta que llego a casa y entonces desconecto. Pero esta tarde, mientras trabajábamos en el cole, los pasillos parecían frigoríficos. Todas nuestras preocupaciones de final de curso habían quedado reducidas a silencio, a una tempestad de aguas quietas. Todavía rugía en mi interior el momento del colapso.

Al principio no quise hacer la entrada, pero siento que el blog es como mi refugio silencioso, el inagotable mar de vaivenes blancos donde puedo lanzar mis suspiros, mis gritos y mis mensajes de desconsuelo. Hoy quise lanzar el pensamiento asmático que me produjo la dureza del asfalto.

2 comentarios:

Cenicienta dijo...

ara he entés el teu comentari...sort que estau bé...

m'hauràs d'explicar allò de la descàrrega, no trobo la manera de fer-la

una abraçada molt emocional

Juli. dijo...

Jo,vaya susto. Pero me alegro que solo haya sido eso.
Cuidate y disfruta el verano y descansa que ya te toca.:p
Besos.