Hace unos días, mi hermana Yolanda se presentó en casa con una escultura. Se la egaló su amiga Joana, que según ella, la había hech e un cursillo en MAllorca. El caso es que aquella escultura daba miedo. Bueno, miedo... cierto repelús. digamos que no era atractiva a primera mirada. Sólo basta ver sus piernas y sus brazos largos y delgados. o su rostro... El muñeco, que parece encantado, ha viajado por diferentes rincones de la casa, hasta quedar colocado delante de la puerta de la entrada. Je je,tal vez sea mlo, pero me he visto tentado a sentarlo en la cama de mi hermana y esperar su reacción.
PD: He abierto los comentarios y cualquiera puede dejar, sin necesidad de estar inscrito. un abrazo. Por cierto: ¿estaís preparados para el camino?
2 comentarios:
Pues a mi me gusta el muñeco.
Igual con la tétrica escultura en la entrada a nadie se le ocurrirá entrar a robar ni nada por el estilo; es como un guardian! jajaja Yo desde luego no entraria...
Por cierto, no le pongas eso en la cama a la Yoli, a ver si le da un patatús cuando lo vea!
Deuuu
Publicar un comentario