Fa un mes, i arrel de les factures "irregulars" de l'Ajuntament, vaig escriure aquesta carta al diari. La carta mai ha estat publicada. Ignoro les raons. Tal volta l'argument resulta interessant com per fer una editorial...
Estimada alcaldesa: Antes de nada decirle que no pertenezco a ningún
partido político ni lo deseo. No soy voz de nadie. Soy uno de los muchos
ciudadanos de su municipio que piensa que hace mucho tiempo que han perdido la
integridad. Le daré una definición de integridad, para que usemos el mismo
concepto y tengamos claro de lo que hablo. Una persona íntegra es la que sabe armonizar
lo que dice o piensa con lo que hace, sus deseos con sus valores, su interés
con los intereses de los demás, la economía con la ética, el poder con el
respeto. Pues bien, desde este concepto, y para que no le pille por sorpresa,
somos legión los que pensamos que ha perdido la integridad. No pretendo dar una
lección de ética, porque soy consciente de que no se aprende con una lección, esta
carta no es un curso moral. Y a la vez, yo también tengo mis imperfecciones. Le
escribo porque me preocupa, como parte integrante de la ciudadanía, los
“errores” que se derivan de la gestión que se realiza. Desde el pueblo, es muy
grande el desconcierto que causan los múltiples latrocinios, timos, estafas y
desvalijamientos por parte de “la clase dirigente”. Como no pretendo hacer
política, sino dar un toque de atención, porque democráticamente estoy en mi
derecho de decirlo, no le hablaré ni de esas facturas que queremos conocer los
ciudadanos, ni del desconcierto que producen los nuevos parquímetros y sus
nuevas zonas azules, entre varios asuntos. El “ateísmo” en política puede
conducir a un régimen totalitario con mucha facilidad. Y en estos momentos, no
tenemos razones para creerles o tenerles confianza. Señora alcaldesa, si tienen
integridad, creo que va siendo hora de llevarla al trabajo. Se lo pide un
ciudadano, de los que pagan sus impuestos para el beneficio de la ciudadanía
general.