sábado, 6 de febrero de 2010

De cuando no fue mi día.

Hay días que te levantas con el pie izquierdo y no das una a derechas. No sabes cómo centrarte. No puedes pasar por alto que tienes la moral muy baja, por los suelos. Ves el cielo mucho más gris de como lo pintaría un impresionista ruso, y te toca ir a un sitio donde no te viene de gusto ir, a encontrate con personas que ni te van ni te vienen. Les tienes que sonreir, porque ni tristeza ni desánimo son admitidas hoy como valores de convivencia. A veces te llama gente a la que no tienes ganas de escuchar o hablar. Te planteas llamarlos más tarde. O te cruzas por la calle con alguien que está muy contento de verte, mucho más que tú a él, aunque lo aprecias. Y todo, porque hoy no es tu día y no quieres hacer ningún teatro.


Todos tenemos derecho a vivir la tristeza. Esta semana no fue de lo mejor. Pero hoy, a pesar de mi resfriado, vuelvo a tener mejor ánimo. Gracias por no obligarme a ser "feliz".

5 comentarios:

wonder dijo...

ànim, la vida és així, l'única cosa que te puc dir és que jo et segueixo estimant
t'espero amb una abraçada gegant!

oscar dijo...

Esta semana has estado muy serio y derrotado. Le has hechado las culpas a los antibióticos, pero sé que no era por eso. Los que te apreciamos no hemos querido agobiarte. Me gusta verte más animado. Cuando dejes de medicarte nos espera una cerveza en alguna terracita.

Anónimo dijo...

És el mite de l'etern retorn, ja ho saps, la tristor sempre torna però, sortosament també ho fa l'alegria.

Dorothy dijo...

Yo también reivindico la libertad de estar triste y tirada por los suelos sin que todo el mundo esté repitiendo contantemente que tienes que alegrarte

chuscartes dijo...

gràcies nois. Van ser uns dies. Vaig baixar la guàrdia. petons!!!!!!!