martes, 21 de diciembre de 2010

Canalizando mi rabia

Me siento agotado. Llega un momento en que toda comedia nos sobra. Empiezo a sentirme algo molesto con los gestos de felicidad banal de la gente. No quiero resultar pedante o maniqueo (extremista), pero es lo que siento. Y no critico la felicidad, sino la irresponsabilidad de la gente de felicidad superficial. No necesito sonreír para ser feliz. Y que conste que me siento feliz! Me abruman las personas que viven con el “todo vale” o te dicen eso de “tienes que fluir “. ¿Fluir? ¡¿Hacia tu estupidez?!

Estoy agotado y furioso con esas situaciones. ¿Cómo puedo hacer comprender que como adultos que son, son un modelo social? ¿Cómo explicarles que hay que permitir a cada persona ser y sentir lo que tiene en ese momento? Todas las emociones son legítimas y naturales

Estoy haciendo un trabajo enorme para comprender y reflexionar sobre mis emociones no agradables, como la rabia. Tengo la suerte de ser una persona muy racional, y eso me frena muchas veces a la hora de discutir. Sobre todo si es por cosas que no tienen importancia. Pero no dejo de sentir rabia ante la sandez. La rabia es una más de las emociones que podemos sentir. Ahora bien, el hecho de legitimar las emociones no da el permiso para consentir cualquier actuación. Una persona puede sentir rabia, pero hay que aprender a regularla para respetar las otras personas o cosas con quienes nos enrabiamos. Por eso me desahogo hoy aquí. Por eso escribo esta entrada. Igual después de las vacaciones, vuelvo más relajado…

1 comentario:

Cenicienta dijo...

Ànim, descarrega't i passa d'aquestes persones, al final pagaran la seua estupidesa, la felicitat ficticia aquesta que fan veure els farà pagar la seua buidor. Una abraçada, estic aquí per quan necessitis desofegar-te.