Como una peonza

No estoy mareado, ni me han mareado. Tampoco me han lanzado con una cuerda atada a mi cuerpo. Se trata de un nuevo giro (y espero último) en mi vida. Veamos, he cambiado de casa, coche, trabajo, ciertas amistades... Pensaba que ya me estaba estabilizando, y no. Esta vez no se trata de nada horrible ni malo. No hablo claro, porque no puedo. POrque me pidieron que no lo dijese hasta tomar la decisión (cosa difícil en mi).

He recibido una propuesta. Una llamada de teléfono, mientras comía en el cole. Sabía que me iban a llamar, pero imaginaba otro contenido. De entrada he quedado blanco. no sabía qué decir. Me halaga lo que me dijeron, pero a la vez es un abismo, un giro hacia el vacio. y debo tomar una decisión. Por un lado, me apetece seguir el camino que me proponen, pero por el otro no quiero abandonar lo que he realizado en todo este tiempo; casi diría que desde que abrí este blog. (Nunca imaginé que el blog sería el lugar de mis giros, ni que abandonar la tierra de OZ sería tan bueno para mi).

No puedo tomar la decisión a la ligera, ni creo que solo, aunque las personas con las que tenía que hablar me dicen que es una decisión personal. Lo que me frena es que de mi respuesta se ven implicadas muchas personas, afecta a demasiadas y no tendría el valor para afrontar sus reproches.

Creo que le pediré un año de prórroga. Un sólo año. despues de ese año, podré dar una respuesta sin presiones. me voy a dormir, que mañana me espera un viaje cansado y lleno de variables y vectores.

PD: Felicitats Yolanda! Què en facis molts més i els puguem veure tots!