domingo, 9 de mayo de 2010

sin desprecios

Dice Baudelaire “No tienes el derecho de despreciar el presente”. Hoy me he dedicado el día para mí. Después del toque de atención que me dio la mente con la ansiedad, decido aparcarlo todo y estar conmigo. Así pues, he salido a dar un paseo por la playa (el sol siempre ayuda a cargar pilas), he estado viendo una película en mi sofá (hacía mucho tiempo que no lo hacía. He evitado cosas que me hiciesen pensar) y me he regalado una tarrina de helado. He intentado hacer una siesta y he visitado a mi hermana para que me invitase a un café. Todo sin pensar en nada. Sólo disfrutando de lo que sucedía en esos momentos. La falta de costumbre hacía que a veces se me fuese la cabeza a otras partes, pero en cuanto pasaba la redireccionaba al instante presente.



A veces nos sentimos atados por recuerdos, por emociones, sensaciones y otras tantas cuerdas subjetivas. En otros momentos, son las proyecciones las que nos lanzan, como proyectiles, hacia las frustraciones. En esos momentos, me gustaría decirle al corazón "¡No corras!", ordenarle que se apague o empiece a arder, según la situación. Pero los movimientos del músculo son involuntarios y nada puede hacer mi deseo de mecerlos.

Mi aprendizaje final de hoy fue que mi pensamiento es quien me trae y me lleva, impulsa y frena, derriba y eleva, ata y desata, ala y ancla, mima y mata cada rosa que aparece en los tallos de mi vida. Hoy me disculpo ante mi y acepto el presente, mientras obligo al hielo, mi melosa envoltura, a evaporarse con los rayos del sol.

4 comentarios:

Cenicienta dijo...

plas plas plas, bravo!!!! has de fer-ho més sovent, això, sinó amb el temps et penediràs
Ànim, mil abraçades

Anónimo dijo...

El descans és imprescindible, fins i tot per als poetes. Descansa. Aquest estiu et portarem a la platja.

chuscartes dijo...

Cenicienta, hi ha dies que costa estar amb un mateix, però poc a poc ho vaig aconseguint.

Anònim, ha de ser a la platja? Bé, en qualsevol cas, començaré a depilar-me.

Anónimo dijo...

Si, a la platja, el sol és un gran dispensador d'energia, hi anirem fora de les hores de major intensitat de les radiacions, òbviament, i farem castells i jugarem a esquitar-mos, i ens menjarem una paella i farem mojitos i estarem tombats sense res a fer i...ai, que em començo a deprimir!