CONDENA

Me gustaría unirme a la condena, enérgicamente, por los atentados cometidos ayer y hoy, en los que se han producido daños materiales y la muerte de dos guardias civiles.

Estos hechos vienen a ratificar la necesidad de volver al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Es necesario que la sociedad española y todos los partidos políticos democráticos envíen a la banda terrorista un claro mensaje de que, con la utilización de la violencia, jamás obtendrán sus fines ni evitarán responder ante la Justicia por todos los crímenes cometidos. Apostar por ello es condenar sin paliativos.

Actos como el de hoy me hacen reflexionar sobre la utilidad real de nuestro sistema penal y de su aplicación. Es más que evidente que hay muchos crímenes atroces sin un castigo justo. Y no sólo me estoy refiriendo a estos atentados.

Creo que el pueblo está unido pidiendo justicia, una renovación de la misma, con castigos penales más severos, incluyendo la cadena perpetua. Personalmente, me hastía cuando, en situaciones como la de hoy, los politicos a nivel nacional se les llena la boca con la palabra democracia. Señores, es intolerable que la defensa de lo público, de los derechos de un estado, se vayan deteriorando cada vez más por la existencia de gente sin excrúpulos que ha hecho de la política una ciénaga de defensa de intereses bastardos contrapuestos a los de la mayoría de los ciudadanos decentes que quieren verse representados con eficacia, pero sobre todo con honestidad.

Mientras los políticos se dediquen a hacer de la democracia un estado amputado de valores, el resto de ciudanos nos sentimos sólos. Por eso, lo que los ciudadanos esperamos en estos casos no es que salgan con sus corbatas a pronunciar el mismo discurso de siempre, mientras piensan en cómo van a hundir a su oposición.

En fin, hoy no es día de hacer política, sinó de condenar y acompañar. Descansen en paz.