Llevo dos días con un dolor de cabeza palpable. Esta maldita primavera, con sus malditos insectos y sus malditas flores, se ajusta a mi sistema y me empieza a derrotar. Siento como el polen sobrevuela en el ambiente. De alguna manera, adquiere más peso que mi vacío lleno de libertad. Dos días siendo consciente de la contradicción: viendo rosas que no se marchitan, como no se marchita el ansia. Pero las rosas que no mueren no pueden ser rosas, son como un error ortográfico, como una mutación en la línea del tiempo. Las rosas han de ser una fugitiva anécdota y no un recuerdo imborrable. Y estos protervos pájaros… Me confunden. ¡Que alguien los aleje de los árboles! Me rindo ante este dolor de cabeza. Mañana estaré mejor. Más glorioso.
4 comentarios:
però quina mena de roses tens? no seran de plàstic? he tornat, amb força!!! ara t'espitjaré jo a tú...abraçades
Mucho zumo de naranja...
¿Has probado salir a la calle con una escafandra? Yo estoy a punto de probar con las gafas de bucear, a ver si consigo que no se me hinchen los párpados como pelotas de tenis...
Wonder, crec que es diuen "aecmea", però no em facis molt de cas.
Lacuerda, zumo de naranja y fresas salvajes. je je je je. Siempre desayuno fruta.
Dorothy, hauré de començar a sortir al carrer amb una escafandra. La sort és que no sóc l'únic. Hay mucha gente que la lleva puesta, como si se tratase de una camiseta más.
Publicar un comentario