sábado, 13 de noviembre de 2010

CONVERSA NOCTURNA 19

ELLA: Mi amiga...

ÉL: ¿Cuál?La ninfóma?

ELLA: Sí, La que llamas ninfómana. Bueno... está desesperada.

ÉL: ¿Qué le pasa? ¿Me necesita?

ELLA: Por más flores que le lance, no hay manera de que el hombre de 40 años, que ella ansía, sucumba a sus encantos. A él le gusta y va haciendo, pero siempre en el terreno del “sí, pero no”. Es educado, incluso seductor. Pero no va más allá del material de las palabras.

ÉL: Pues vaya con el “galán”. Lo tiene fácil y no se moja.

ELLA: Cuando le ofrece ir a tomar un café, lo rechaza porque le desvela. Si es una cerveza le dice que no, que ya no bebe. Y ante la oferta de una cena íntima argumenta que ha quedado con unos amigos, para ir a correr o por el futbol, mil excusas.

ÉL: ¿Estás segura de que el tío…? Bueno, que le gustan las mujeres.

ELLA: Mira, sabes que mi amiga no está nada mal.

ÉL: Sí, lo sé. Tiene unas piernas preciosas. Y además, siendo demócrata como es…

ELLA: ¡¿Qué?!

ÉL: Pues que supongo que querrá que sean muchos los que disfruten de sus ganas de querer y ser queridos.

ELLA: Ya te gustaría a ti… Pero tú estás en una dictadura.

ÉL: Lo tengo presente.

ELLA: Lo que ella no puede comprender es como alguien, estando ante el regalo de un mar tibio y limpio, haya quien prefiera quedarse a mirar desde la arena como rompen las olas.

ÉL. No conozco al tío que la perturba, pero debe de ser un modelazo.

ELLA: Hombre no es nada del otro mundo, pero en cambio es mucho de éste, y como tal susceptible de compartir con ella cosas más terrenales que no las de los países del espíritu. (Él queda mirando sin entender nada de lo que le dice). Creo que mi amiga, devoradora de cuerpos y miradas, no es consciente de que está viviendo la mejor de sus historias de amor y deseo, porque no podrá romper el juguete para ver qué hay dentro. Ya que una vez descubierto, lo abandonaría en el rincón de las cosas que se han echado a perder.

ÉL. No creo que el tío sea capaz de pensar así. Es muy retorcido.

ELLA: Ya lo dice aquel: Dios tiene dos maneras de castigar a los humanos: no concediéndoles aquello que desean o concediéndoselo. El tiempo de espera es más excitante que el tiempo de realización de las cosas.

2 comentarios:

Cenicienta dijo...

ja estàs afegint? no hi caben més Ell...

Lacuerda dijo...

Um esta historia del si pero no me suena. Hay gente que viendo que las cosas no funcionarán mantienen el amor platónico. Me gusta la excitación de los tiempos de espera, pero a veces necesitan llegar a un final.
Besitos