martes, 2 de noviembre de 2010

CONVERSACION CON DOSTOIEVSKI 4

CHUS: Cada vez me interesan más las cosas que, sin ser reales, son posibles; y a la inversa, las que, aun siendo imposibles, son necesarias.

DOST: A ver si va a resultar que aconteces de forma irreductible e inseparable.

CHUS: No se trata de ninguna polaridad extrema, aunque a veces me lo planteo. Más bien hablo de la necesidad de ocupar un espacio que no es el que ocupa mi cuerpo, y un horizonte perceptivo que no es el reclamado por mi organismo.

DOST: ¿Estás hablando del modo de “necesitar” a otras personas?

CHUS: Exacto.

DOST: Supongo que tu disyunción procede de la diferencia en que necesitamos a alguien o a un objeto, ya que difieren bastante.

CHUS: Hombre, el sentimiento de necesidad no es el mismo. Uno es material y el otro… ¿espiritual?

DOST: ¡Qué poco ruso eres! La diferencia está en que el objeto puede sernos “dado” o “estar ahí”, de forma pasiva; por el contrario “alguien” sólo puede “estar dándose”, no existe de manera neutral. ¿Lo entiendes?

CHUS: Más o menos. El objeto simplemente está y la persona… vaya, pues no lo pillo. Si “se está dando” también es pasivo, no?

DOST: No. Por el carácter vivo de la persona no está “ahí” como la cosa, sino que está “viniendo”. Hay movimiento. Pero aquí no acaba la necesidad de alguien. Dentro de la necesidad de las personas, hay dos proyecciones.

CHUS: Anda, como en el cine.

DOST: No te despistes! Instalados, hombre y mujer, en su respectiva condición sexuada…

CHUS: Sabía que acabarías hablándome de sexo.

DOST: No interrumpas. Dada nuestra necesidad, estrictamente personal, precisamos a las demás personas, según su respectiva condición sexuada. Y hay dos formas radicalmente distintas de necesitar: dentro del propio sexo y hacia el otro.

CHUS: Pero creo que estás hablando de la necesidad biográfica, no de la antropológica. Supongo que existe una necesidad desde fuera del sexo. Si no, ¿dónde colocas la condición amorosa?

DOST: Esa condición de la que hablas ya no es un sentimiento, ni es una afección o tendencia. Concebir el amor así enturbia tu comprensión.

CHUS: ¿No hay sentimientos amorosos?

DOST: Por supuesto que los hay. Son los que acompañan al amor, los fenómenos con los que se realiza y de los que parcialmente se nutre. Pero no es un sentimiento.

CHUS: ¿Porque es una realidad de la vida biográfica?

DOST: Exacto. Y tampoco es un acto. Diríamos que el amor es una instalación, en la cual se está y desde la cual se ejecutan actos.

CHUS: Entre ellos los específicamente de amor. Por eso puedo afirmar que “me interesan más las cosas que, sin ser reales, son posibles; y a la inversa, las que, aun siendo imposibles, son necesarias.” Porque mi necesidad no es de consumición sino de consistencia.

DOST: Cómo me gusta hablar contigo.

CHUS: Pues anda que a mí! ¿Te apetece un trozo de bizcocho?

DOST: Vale.

6 comentarios:

Lacuerda dijo...

Parece un texto serio, pero me he meado de risa. Ya me explicarás qué es eso de la instalación. prefiero seguir pensando que el amor es un sentimiento. Llámame simple.

Wonder dijo...

Cada vegada entenc més per què t'estim...és una necessitat!!! ♥♥♥

Marc dijo...

Tots necessitem dels altres. Instalar-se a la teva vida és com estar a una pel·lícula.

chuscartes dijo...

Lacuerda, me parece perfecto que te mondes de risa con la metafísica, aunque esa no sea mi intención. je je je.

Wonder, veig que has entès el text força bé.

Marc, no sé com agafar-me això d'instalar-te a la meva vida, i molt menys ue és com una pel·lícula. Sona molt fals... Al menys per a un metafísic.

Wonder dijo...

home, ja diràs, per algun motiu ens complementam i ens entenem tan bé!!! ;)

Dorothy dijo...

Senzillament genial! Encara que penso que sí hi ha persones a la teua vida que són com objectes i que simplement estan allà. No parlen, no fan res, no interactuen, no pensen... Però estan allà.
¿Ens dones la recepta del pa de pesic que li agrada a Dostoievski?